Kolitza

Desde La Porqueriza, siguiendo la pista central, podemos comenzar un largo paseo, prácticamente llano, que nos situará al pie del monte Kolitza. A partir de ese lugar existen diferentes rutas para acceder a su cumbre. Las personas más osadas podrán aventurarse por el empinado cordal que asciende verticalmente hacia la ermita que corona la rocosa punta. Las personas que prefieran una ascensión más sosegada, con tiempo para disfrutar del paisaje, pueden continuar por la ancha pista que, tras rodear la ladera, remonta en amplios lazos hasta situarnos en el collado entre el Kolitza y el pequeño cerro Portugalejo/Terreros. En este lugar, existe un refugio propiedad del ayuntamiento de Balmaseda, una antigua nevera reacondicionada a modo de cobijo y una agradable área recreativa. Ésta última cuenta con diez asadores, seis mesas y una fuente. El Kolitza, junto con los montes Oiz, Gorbeia, Sollube y Ganekogorta, eran los cinco montes bocineros desde donde se convocaba a los junteros del Señorío de Bizkaia. Encendiendo grandes hogueras y haciendo sonar repetidamente el cuerno, se llamaba a los representantes de cada comarca, que comenzaban la larga ruta hacia Gernika. En la cima se asienta la ermita de San Sebastián de Kolitza, llamada familiarmente San Roque. Actualmente, sólo unas pocas piedras y el pórtico románico recuerdan su origen legendario, que lo sitúa a comienzos del siglo XII.